-Muchas veces me gustaría tener gafas de rayos x.
+¿Y eso? ¿Qué quieres espiar?
-No, no es por espiar, es más bien para poder ver por dentro a la gente que no es transparente.
+No te entiendo...precisamente tú eres una persona muy poco transparente. Parece que llevas un traje de plomo.
-Claro, pero eso ya lo sabes...necesito que me ayuden a derretirlo. ¿No te gustaría tener ese superpoder de derretir cosas con la mirada, como superman?
+¿Me estás diciendo que no te derrito con mi mirada?
-Para nada, y lo sabes; era sólo una pregunta "supositoria"?
+¿Supositoria? ¿Me estás diciendo que doy mucho porculo?
-Ay, déjate de bromas, que aunque yo lo esté siempre, ahora hablo en serio. ¿No te gustaría que te prestase mis gafas de rayos x?
+¿Para qué quiero yo unas gafas de rayos x? No sé a dónde quieres llegar.
-Quizás si te pusieses mis gafas de rayos x atravesarías mi armadura de plomo. Dicen que el plomo es de lo más difícil de atravesar, pero no estoy de acuerdo. Es duro, pero se derrite muy pronto. ¿Nunca has probado a ponerlo al fuego? A los 327º empieza a derretirse. Tú me miras y yo me pongo a 1000º.
+Aish, qué cosas me dices.
-Pero hay más. Con esas gafas podrías ver mi corazón. Podrías ver su mecanismo. ¿Alguna vez has visto un reloj antiguo por dentro? Lleva un engranaje complejo para que, al darle cuerda, funcionen todas sus ruedas con precisión. De ahí la expresión "funciono como un reloj". Seguramente nunca has visto mi corazón por lo reacio que soy a mostrarlo; seguramente nunca has puesto tu mano en mi pecho para sentir cómo funciona. ¿Pero sabes? Tú le dabas cuerda, tú hacías que siguiese funcionando, aún sin saberlo. Una mirada le daba cuerda para unos días; un abrazo le daba cuerda para una semana, y...así sucesivamente, tú me entiendes.
+¿De verdad yo hacía eso?
-Sí. Puede parecer cursi y poco típico de mí...pero es así. Además, cuando nuestros corazones estaban juntos, el minutero se aceleraba; era como un cronómetro. Eso seguro que sí lo sentías.
+Hay tanto que se nos ha escapado...
-Una vez me dijeron una frase lapidaria que llevo grabada en fuego: "analicemos más allá de lo evidente", y nos sorprenderemos.
"Dentro tengo un gran dolor sepultado y que fuerte me grita;lucha a muerte y sálvalo de la ira maldita que ellos suplican". Saurom
jueves, 17 de julio de 2014
jueves, 10 de julio de 2014
Valdesola del Olvido VII
Y entonces descubrió que todo lo que había esperado en ese tren había sido en vano. Muchos vagones, muchos modelos ferroviarios distintos, muchos pasajeros...pero sobre todo en el sentido etimológico de la palabra: "pasajeros". Habían pasado tantos que al final todo estaba vacío. Las historias se las había llevado el tren, las había pisoteado; las había atropellado, o se habían secado en la vía.
De nuevo un túnel...malos recuerdos, o profecías autocumplidas. Todo oscuro, luces apagadas, oxígeno que parecía agotarse...
-¡Venga ya, no me jodas!
Se ve la luz al final del túnel, aunque ya uno no sabe qué esperarse. Hace tanto que no para en ninguna parte...A lo mejor para en Roma, ya que todos los caminos conducen allí, ¿no?
Y cuando menos podía esperarlo, allí estaba de nuevo el cartel. Valdesola del Olvido. Había vuelto a los orígenes, aunque todo había cambiado. Todo estaba más viejo, más deshecho...Pero vio que era la hora de bajar. Ya no podía estar más tiempo en ese tren; ya estaba harto de terminar en el mismo sitio una y otra vez...Así que cogió sus maletas, bajó del vagón, se sentó en un banco...y prefirió que no pasase nada más...
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